Por Esther Aguirre

EFEverde está de aniversario. Acaba de cumplir diez años de su alumbramiento como plataforma global de noticias especializadas en el medio ambiente y, aunque la pandemia del coronavirus no deja espacio para grandes celebraciones, sí es el momento de reconocer su excelente labor en uno de los ámbitos que más preocupa a la sociedad en estos tiempos.

Hemos sido la vanguardia y la última trinchera del periodismo ambiental en los momentos más duros y ahora, si lo hacemos bien, estamos en una excelente posición para recoger sus frutos”, afirma el director de EFEverde, el periodista Arturo Larena, el responsable de tejer un proyecto de éxito hasta convertirlo en un referente del sector.

Y es que EFEverde, como dice en su presentación, no solo es una plataforma global de noticias, es un punto de encuentro en Internet de todas aquellas personas e instituciones que se preocupan por el medio ambiente, las energías renovables, la biodiversidad, el periodismo ambiental y, en definitiva, el desarrollo sostenible.

En estos momentos en los que la covid-19 está golpeando fuertemente a todos los países, el director de EFEverde lo tiene claro y expresa su convicción de que este tipo de emergencias sanitarias tienen que ver con la pérdida de biodiversidad y de los mecanismos de defensa que nos aporta.

Una de las lecciones que podemos aprender de la pandemia es que la degradación ambiental acaba pasando factura”, sentencia el periodista, que lamenta que esa enseñanza se esté digiriendo “de la manera más brutal”: con una voraz pandemia que se ha cobrado la vida de más de un millón de personas en todo el mundo.

Entre tanta tragedia y adversidad, el responsable del área medioambiental de la Agencia EFE advierte de que es necesario tener presente esta y otras pademias ocurridas a lo largo de la historia, porque la memoria de los humanos es “frágil” y conlleva el riesgo “de volver a las andadas” en el futuro.

Defiende que “si las cosas se hacen bien, más que un lastre, el drama actual será una oportunidad para mejorar en materia ambiental”, un ámbito que ofrece, en su opinión, incalculables beneficios… ¿Cuánto nos ahorraríamos en costes sanitarios si nuestras ciudades tuvieran un aire más limpio?, dice.

A pesar de la difícil situación que estamos viviendo, reconoce que se han producido avances desde que España salió de la dictadura, entre otras cosas, porque “la sociedad cada vez está más concienciada y preocupada por estos temas”. “Antes se podía pensar que era una moda, pero, al igual que el teletrabajo, la preocupación ambiental ha llegado para quedarse”, apostilla.

Arturo Larena ha desarrollado una brillante y frutífera trayectoria profesional, que le ha llevado a trabajar en numerosos medios de comunicación públicos y privados de España, y a convertirse en un referente en el sector. Y todo ello, gracias al inestimable legado de sus padres, de quienes aprendió “el valor de la naturaleza y la cultura del esfuerzo”.

De Larena se puede decir, sin temor a equivocarse, que es un pionero del periodismo ambiental, un adelantado a su tiempo, que apostó por esta especialización cuando prácticamente nadie lo hacía. Su trabajo ha sido reconocido con una infinidad de galadones, entre ellos los más ansiados y cotizados del sector: el Premio Nacional de Medio Ambiente, el de la Fundación BBVA a la Conservación de la Biodiversidad o el Panda de Oro de WWF, por ser uno de los cinco españoles que más han contribuido a la cultura ambiental desde los medios de comunicación.

A lo largo de su trayectoria en EFE ha ocupado también otros puestos de responsabilidad, como la jefatura de información de las delegaciones de Madrid, Galicia o Extremadura, comunidades todas ellas en las que también ha tratado de impulsar la información relacionada con la protección de la naturaleza y la formación de jóvenes en esta área, con la creación de becas de especialización.

Pero si de algo puede sentirse orgulloso este veterano periodista, que creció con los documentales de El hombre y la Tierra en la España en blanco y negro de la dictadura, es de haber contribuido, junto a todo el equipo de EFEverde, a la creación por parte de la Comisión, el Consejo de Europa y el Parlamento Europeo, del Día Europeo de la Red Natura, que surgió de una iniciativa conjunta de la Agencia EFE y de la ONG ecologista (Seo/Birdlife), en el marco del proyecto Life Activa Red Natura.

Una pequeña pero gran contribución a la humanidad que se suma a todas las iniciativas desarrolladas por EFEverde encaminadas a generar una conciencia ecológica en la opinión pública. ¡Felicidades a todo el equipo! También a los que colaboran con él en las distintas delegaciones de la Agencia en el mundo.

A continuación, la entrevista completa:

P: Se acaban de cumplir 10 años de la creación de EFEverde. ¿Cómo surgió la idea de crear esta plataforma medioambiental?

R: EFE siempre ha apostado por la información especializada, y la ambiental es una de ella, incluso cuando otros medios no lo hacían. Tal vez, porque es una información útil, de servicio público, algo esencial en un medio como EFE. De hecho, hace tres décadas la información sobre medio ambiente estaba encuadrada en Cultura y Ciencia cuando, tradicionalmente, en los medios depende de Sociedad. Eso significa que ya le dábamos una importancia especial.

En 2009, finalizada la labor que había ido a realizar a Galicia y coincidiendo con la integración multimedia, Álex Grijelmo y Lola Álvarez me ofrecieron volver a Madrid y diseñar un proyecto nuevo en relación con temas que anticipábamos que podían eclosionar con fuerza en el futuro informativo, en el proyecto de reorganización hacia un modelo de redacciones integradas.

Analizamos la producción ambiental que generábamos en medio ambiente en la casa, los formatos y cómo la usaban nuestros clientes. Nos dimos cuenta de que había un hueco informativo y comercial, pero en un contexto diferente al que tradicionalmente había atendido EFE.

Teníamos claro que debíamos continuar siendo proveedores de contenidos, un mercado de abasto de noticias para otros medios, pero también dar el salto y llegar al usuario final con información y contenidos de servicio público ambiental.

P: ¿Y cómo fueron los inicios?

La gran virtud en ese momento fue identificar un hueco temático y anticipar la demanda, que eclosionaría con el paso del tiempo y por la que, hasta ese momento, ningún gran grupo había decidido apostar de manera ambiciosa. Cumplíamos, aunque no era nuestra pretensión inicial, una de las conclusiones de los grupos preparatorios de la Cumbre de la Tierra de 1992 de la ONU, que abogaba por la existencia de una gran agencia de noticias de información ambiental.

Tras unos meses de trabajo en solitario, se incorporó José Luis Fernández Checa y, un poco más tarde, sumaríamos desde Local a Caty Arévalo, actualmente en excedencia como dircom de la Vicepresidenta Cuarta para la Transición Ecológica.

El proyecto se presentó en el Congreso Internacional de Periodismo Ambiental en Sevilla, en noviembre de 2009, y ese mismo mes pusimos en marcha las redes sociales con ocasión de la COP15 del Clima de la ONU en Copenhague. Ni los medios, ni los políticos apostaban todavía con rotundidad por las redes. Aún no coordinábamos la información, ni teníamos web. Enlazábamos a las noticias de la COP que publicaban nuestros clientes. Entonces no imaginábamos que, años después, llegaríamos a ser media partner de Naciones Unidas en la COP de Bonn.

En la primavera de 2010 lanzamos la web, para lo cual buscamos financiación externa, en este caso de la Fundación Biodiversidad, porque uno de los retos era no incrementar los costos y, en la medida de lo posible, aportar a la caja común. Y así lo hemos hecho en cuantas acciones hemos emprendido.

A partir de ahí, tratamos de innovar con iniciativas como las viñetas de humor ambiental, el programa de radio @enmangasverdes, que conduce Pedro Pablo G. May, los foros en streaming como los Desayunos reciclados, las Meriendas verdes o CyT en 60 minutos, proyectos europeos, o los reportajes multimedia geolocalizados como Rostros de la naturaleza, Rostros de la naturaleza 360 —con los que ensayamos las cámaras de 360 grados y el uso de drones—, Voces de la basuraleza o Rostros del reciclaje, entre otras…

En estos diez años hemos utilizado todos los soportes y todos los formatos para tratar de amplificar estos contenidos como nunca antes en el mercado de la comunicación en español. La mayor parte de las cosas han funcionado, pero no todas, y no ha sido fácil pues, por ejemplo, en los proyectos europeos llegas a competir con más de 1.500 propuestas de los 27 países de la UE.

P: Esta efeméride merece una gran celebración. ¿Qué planes tenéis al respecto?

R: La pandemia nos ha impedido celebrarlo como nos gustaría, aunque si contamos desde el lanzamiento de la web, tenemos de tiempo hasta finales de marzo de 2021 para hacerlo. El aniversario debe servir para hacer balance y ver si se ha cumplido lo que se esperaba, y para recordar a personas que, en algún momento durante estos años, han pasado por el departamento.

En cualquier caso, tal y como van las cosas, parece que la celebración tendrá que ser virtual, algo en lo que ya tenemos experiencia por los foros en streaming.

P: ¿Cómo crees que va a afectar la crisis económica derivada de la pandemia al medio ambiente? ¿El medio ambiente puede ser la punta de lanza de la recuperación económica?

R: Una de las lecciones que podemos aprender de la pandemia es que la degradación ambiental acaba pasando factura. Lo estamos aprendiendo de la manera más brutal. El problema es que los humanos somos de memoria frágil, así que existe el riesgo de que volvamos a las andadas.

La pandemia, lo dicen los expertos, tiene que ver con la pérdida de biodiversidad y de los mecanismos de defensa que nos aporta. Antes de la Covid 19, el medio ambiente ya era uno de los sectores con mayor proyección en cuanto a la creación de empleo de calidad vinculado a la innovación y las energías renovables.

Todo se ha producido en un momento de especial sensibilidad en la sociedad y, especialmente, en los jóvenes, impulsados por la figura de Greta Thunberg, ante el problema de la emergencia climática a la que nos enfrentamos como especie.

Empresas y políticos, salvo los populistas ultraconservadores, lo han entendido y, de hecho, los planes de recuperación de Europa pasan por la transición ecológica justa y la descarbonización, que van a ser los ejes sobre los que se sostenga la recuperación. Lo dicen la Comisión Europea y los principales dirigentes de la Unión con el Pacto Verde y los ODS de la ONU como guía.

Más que un lastre, si lo hacemos bien, el drama actual es una oportunidad para mejorar en materia ambiental, porque la actual situación no parece que se vaya a resolver con rapidez.

P: ¿Cómo habéis afrontado la información medioambiental en estos tiempos de pandemia?

R: La pandemia nos ha afectado a todos, no solo a los que hacemos noticias ambientales, y nos debería hacer reflexionar sobre cómo debería ser una agencia en el siglo XXI. De partida, ha caído la agenda presencial, pero se ha incrementado la virtual y, de hecho, los convocantes están viendo que hay más cobertura por parte de los medios de los eventos on line, ya que se evita la pérdida de tiempo en los desplazamientos.

En nuestro caso el teletrabajo ha sido algo natural, ya que una de las cuestiones que nos planteamos desde el principio era que la redacción de EFEverde tuviera la capacidad de ser móvil. La pandemia nos ha dado la oportunidad de ampliar la experiencia de una década en la que hemos conjugado el trabajo en redacción con mucha labor realizada fuera de nuestro horario con redes sociales, o para actualizar webs.

El hecho de tener muy reciente la COP25 de Madrid también nos vino bien. La cumbre supuso un buen ensayo de teletrabajo a gran escala para el grupo. Durante 17 días trasladamos la redacción al recinto de IFEMA, junto con los compañeros de Internacional, Nacional, Gráfica, TV, Técnica y de otras áreas de EFE360 como Ciencia, EFEminista, Cultura o EFEsalud, gestionando sobre el terreno información, webs y redes.

P: ¿Y cómo va a afectar la crisis del coronavirus a EFE y al área que diriges?

R: La crisis económica, la crisis de modelo en los medios y ahora la pandemia, han impactado en nuestros clientes y eso, lamentablemente, acaba trasladándose a EFE y a la cuenta de resultados. Si a eso unimos el divorcio entre la ciudadanía —no solo la más joven— y la prensa tradicional, la situación puede resultar muy complicada, no solo para EFE sino para las agencias y los medios en general.

Aun así, creo que hay oportunidades, si somos capaces de marcar nuestro propio camino, manteniendo lo que hacemos bien, pero adaptado a la realidad tecnológica actual. Creo que es básico abrir nuevos campos en temas con potencial de crecimiento y donde nuestros clientes no están posicionados aún. También creo que en un medio público es fundamental apostar por la información de servicio público, aunque en un determinado momento no sea la más demandada o la más rentable.

Todo debe tener como base contar buenas historias y hacerlo siguiendo los principios que han hecho grande a este oficio: con pluralidad y rigor. En segundo lugar, hacerlo en los formatos que demanda la sociedad y los medios, y eso requiere que los contenidos de EFE sean multimedia.

Soy consciente de la limitación de recursos, pero también creo que para posicionarse y crecer hay que invertir y que el interés informativo debe primar. Tal vez EFE no debe ganar dinero, pero tampoco tiene por qué perder y, sobre todo, no costar a los españoles más de lo que debe.

P: ¿España desaprovecha sus fuentes de riqueza medioambientales? ¿Tiene fuentes de riqueza que puede explotar?

R: Durante mucho tiempo, sobre todo durante la dictadura de Franco, vivimos de espaldas a nuestro mayor patrimonio, la naturaleza. Afortunadamente, hemos mejorado mucho desde la llegada de la democracia y la entrada en la Unión Europea. España es el país más biodiverso de la UE.

Somos el que más territorio aportamos porcentualmente a la Red Natura 2000 con un patrimonio natural, paisajístico y cultural que es preciso poner en valor, tal vez porque nuestra industrialización fue menor en comparación con el resto de la Unión.

Eso fue, en su momento, un factor de desventaja, pero ahora nos brinda grandes oportunidades competitivas. No hay que olvidar que la naturaleza nos aporta numerosos servicios ecosistémicos, con un gran valor si se cuantificasen.

No se trata solo del potencial en campos como el ocio o el turismo ambiental, las energías renovables, la movilidad sostenible o el empleo verde… sino de los beneficios que supone un aire o aguas de calidad. ¿Cuánto nos ahorraríamos en costes sanitarios si nuestras ciudades tuvieran un aire más limpio?

P: ¿Crees que la pandemia situará, en una vez por todas, la ciencia en el lugar que se merece?

R: El periodismo científico es, posiblemente, uno de los más difíciles, y la pandemia debería servir para dar a la información científica el lugar que se merece en los medios. De hecho, a principios de octubre, RTVE anunció la puesta en marcha de un portal de información científica. EFE lo tuvo durante siete años, EFEfuturo.com, cuya coordinación compaginé con la de EFEverde.com hasta que en 2019 se decidió su desaparición. Gracias al trabajo de compañeras como Noemí García o Elena Camacho, llegó a ser la cuarta web de EFE con mayor número de visitas y un escaparate de la ciencia en español.

En lo que respecta a la información ambiental, las fuentes científicas son esenciales porque nos permiten tener datos fiables sobre un buen número de temas sobre los que existen enormes incertidumbres.

P: ¿Crees que la sociedad está concienciada de la necesidad de cuidar el medio ambiente?

R: Es verdad que la situación de nuestro entorno no es buena pero, como he apuntado anteriormente, el medio ambiente en este país no tiene nada que ver con el que era cuando salimos de la dictadura. La sociedad cada vez está más concienciada y preocupada por estos temas.

Antes se podía pensar que era una moda, pero, al igual que el teletrabajo, la preocupación ambiental ha llegado para quedarse. Los medios han sido clave en su eclosión y desde EFE hemos desempeñado un papel destacado. Por ejemplo, hemos impulsado junto con IUCN la Red de Periodistas de Agencias de Noticias del Mediterráneo o el decálogo de información sobre la Crisis Climática con ECODES.

Además, durante los años más duros de la crisis en que los eres y los ertes mandaron a su casa a excelentes compañeros de muchos medios de comunicación, EFE le ha dado la máxima importancia a este tipo de contenidos, dando voz a todos los sectores del medio ambiente. Hemos sido la vanguardia y la última trinchera del periodismo ambiental en los momentos más duros y ahora, si lo hacemos bien, estamos en una excelente posición para recoger los frutos.

P: ¿Cuál es el antídoto para evitar el deterioro del medio ambiente?

R: La educación, la cultura y contar con la mejor información disponible. El periodismo ambiental es decisivo para crear conciencia ecológica. En EFE deberíamos estar orgullosos del trabajo que hemos realizado durante estos años. Una labor no solo del pequeño equipo de EFEverde, sino de todos los periodistas que cubrimos estos temas en las delegaciones repartidas por España y por el mundo, y de los corresponsales, algunos muy implicados con este tipo de contenidos.

Hoy existe una vicepresidencia de Transición Ecológica, y la preocupación ambiental ha impregnado a todos los estamentos de la sociedad, la política o la empresa. Sinceramente, creo que algo de mérito corresponde al periodismo ambiental y a los medios de comunicación que, como EFE, han impulsado estos contenidos a diario, porque el buen periodismo cumple una función social y sigue siendo una vía de formación no reglada que fomenta espíritu crítico, y eso es algo muy necesario en estos tiempos de fake news.

P: Precisamente te iba a preguntar por eso, ¿de qué manera combatís desde EFEverde las fake news?

R: Las noticias falsas, el rumor o los bulos no son una novedad en el periodismo. Pero muchos medios han olvidado esa labor de contraste que se nos supone y, de ahí, el divorcio con la sociedad. La apuesta por el periodismo de declaraciones y las tertulias no han ayudado.

La novedad es que ahora es más fácil mentir y difundirlo, con un fenómeno añadido: la tolerancia hacia la mentira política que no pasa el filtro de los medios, ya que van directos a la audiencia, a través de las redes. Por eso, creo que el periodismo sigue siendo necesario a través de marcas de referencia, de medios o personas.

En materia ambiental, también ha sido algo habitual. Uno de los ejemplos más claros es el del negacionismo o los climaescépticos. Desde EFEverde tratamos de actuar con rigor y aportar pluralidad de fuentes, dar voz a las personas y entidades cualificadas que pueden dar información de valor, pero sin caer en una falsa simetría: no podemos poner en la balanza con el mismo peso los informes del IPCC de la ONU y los de cualquier climaescéptico que pase por ahí. Además, no debemos perder la función social de nuestro oficio.

P: ¿Cuáles son tus objetivos más inmediatos para EFEverde?

R: Llegar es difícil, pero mantenerse y crecer, más aún y ahora los medios han vuelto la vista hacia estos contenidos en los que también ven una vía de ingresos. En nuestro caso, tratamos de seguir innovando, generar información de calidad y recursos. Uno de los objetivos de EFEverde era ser un punto de encuentro de cuantos trabajan o se preocupan por el medio ambiente.

Por eso, desde el principio pusimos en marcha foros de debate en streaming con cuatro o cinco ponentes y un moderador. No solo se retransmite el debate, sino que se genera información y se dinamiza en las redes sociales. Puedes conocer la audiencia en tiempo real y el impacto informativo de cualquier evento, y eso es muy interesante.

En cierta medida, la pandemia ha normalizado algo que ya veníamos haciendo. Meriendas verdes, Desayunos reciclados o CyT en 60 minutos son algunas de las series de debates que tenemos en marcha de la mano de distintas entidades colaboradoras y en los que abordamos todo tipo de cuestiones sobre sostenibilidad y transición ecológica.

Ahora se trata de perfeccionar el sistema y aprovechar la ventaja adquirida. Estamos en el mejor momento y en la mejor situación para aprovechar las oportunidades y confío en que contaremos con los recursos para hacerlo. El inconveniente, porque siempre hay alguno, es que ahora todo el mundo se ha lanzado a este modelo, aunque aún hay margen para innovar.

P: ¿Tienes datos de crecimiento de EFEverde en redes y webs, etc.? ¿Qué posibilidades de crecer ves que puede tener EFEverde de cara al futuro?

R: Empezamos en redes antes de tener la web o de generar los contenidos para la línea y eso supone toda una declaración de intenciones. Uno de los retos era romper la barrera de los concienciados y llegar al gran público, y lo hacemos con todas las herramientas a nuestro alcance.

En Twitter contamos con casi 117.000 seguidores, y solo en septiembre los tuits recibieron 1.350.000 impresiones que, para ser una cuenta monográfica de información periodística ambiental, no está nada mal. Pero para nosotros lo importante no es solo el número, sino que entre nuestros prescriptores tenemos a las personas y las entidades clave en este tipo de contenidos.

De hecho, algunos foros en streaming de entre 60 y 90 minutos han alcanzado un impacto superior a los 5 millones. También nos sorprende que a veces informaciones que no van por la línea tienen una repercusión enorme en redes y web. Tras EFE.com, EFEsalud y Practica Español, EFEverde es el portal con más audiencia. Incluso el programa de radio @enmangasverdes está entre los más seguidos.

Se ha logrado poco a poco. Cuando en los comienzos salía con Lola Álvarez a presentar lo que queríamos que fuese EFEverde con la intención de lograr apoyos, nos recibían con buenas palabras, pero poco más. Hoy esas mismas entidades nos buscan como partners.

Gracias a ese trabajo diario, hemos firmado acuerdos de colaboración con entidades como la Agencia Europea del Espacio, Naciones Unidas (media partner en COP del Clima), IUCN, WWF, Seo/Birdlife, la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales o las fundaciones Global Nature o Ecomar, entre otras. Buscamos alianzas de marca, que nos posicionen y, cuando se puede, desarrollar proyectos conjuntos con beneficios mutuos.

Al final, la presencia es la que te permite generar negocio en torno a la plataforma, que es un producto puntero. Nuestro modelo no es el de ingreso publicitario, que en el caso digital solo es rentable para las audiencias de muchos millones (por el modelo de pay per clic que busca la audiencia masiva frente al público cualificado), sino el de partenariado en iniciativas conjuntas.

Siempre lo hacemos sobre la premisa de que en EFEverde hacemos periodismo, decidimos enfoques, soportes y formatos con el manual de estilo y el estatuto de redacción como referente, y no comunicación a la carta. Si se aceptan estas reglas podemos viajar juntos, en caso contrario es mejor hacerlo solos.

P: ¿Próximos retos?

R: Hay oportunidades, y el modelo de EFEverde en el marco de EFE360, donde estamos integrados desde 2019, con información de servicio público multimedia, es un modelo que creo que es posible aplicar a otras áreas. Pero también podemos seguir aprendiendo de otras iniciativas como EFEsalud o EFEminista.

Uno de los retos es mejorar algunas herramientas, como las de visualización de nuestras webs (no solo EFEverde) en teléfonos móviles, que ahora nos penaliza, a pesar de ser el dispositivo de donde procede el mayor volumen de tráfico.

El momento es el ideal para crecer, si así se decide, dado que la sensibilidad ambiental y la preocupación por estas cuestiones en todos los ámbitos nunca había alcanzado estos niveles. Hemos hecho lo difícil, arrancar y consolidar un proyecto periodístico digital multiformato, casi desde cero, y generar una reputación e imagen de marca entre los prescriptores de opinión, como la UE.

Otra cuestión importante son las licitaciones en la UE, donde EFE ya cuenta con prestigio, que generan unos ingresos que sería muy difícil lograr con la venta de servicios y que nos permiten seguir haciendo productos periodísticos de calidad que agradecen nuestros clientes.

En cualquier caso, es un tema para el que hacen falta recursos, tanto informativos como de gestión, y en el que EFE deberá decidir si quiere seguir trabajando o no.

P: ¿Cuál es la noticia que más te ha llamado la atención a lo largo de tu carrera? ¿Y la que no se ha dado pero te encantaría dar?

R:Muchas me han llamado la atención. En clave positiva, el Acuerdo de Madrid para la moratoria de las actividades mineras en la Antártida fue una de las primeras que me hizo sentir orgulloso y, por supuesto, más recientemente, el Acuerdo de París.

La creación por parte la Comisión, el Consejo de Europa y el Parlamento Europeo del Día Europeo de la Red Natura, me entusiasma especialmente, porque fue la primera vez que lo hacían las tres instituciones europeas a raíz de una iniciativa surgida de una propuesta de una ONG ecologista (Seo/Birdlife) y de una agencia publica de noticas como EFE, en el marco del proyecto Life Activa Red Natura.

En clave negativa, la rotura de la balsa minera de Aznalcóllar fue dura, al igual que el caso del Prestige, aunque esta me tocó con otras responsabilidades como jefe de información local en Madrid.

Una noticia muy buena de dar sería que la ONU confirmase que se cumplen los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los ODS, porque aglutinan los grandes problemas que padecemos. Entre las inmediatas, que la pandemia haya sido superada, pero… hay tantas.