Unos doscientos universitarios han examinado este lunes la trayectoria de 80 años de EFE a través del documental “La Agencia”, pero también su futuro en nuevos formatos, sus nuevos focos y las “pesadillas” de una profesión marcada por la vocación que fascina a quienes aspiran a convertirse en periodistas.

Después de la proyección del documental en el auditorio de la Facultad de Comunicación de la Universidad Pontificia de Salamanca, el presidente de EFE, Fernando Garea; la directora de Información, Soledad Álvarez; el delegado en Túnez, Javier Martín; y la presidenta de la Asociación Salmantina de Periodistas, Elena Martín, han sido sometidos a un cuestionario en profundidad sobre lo que representa la agencia en el presente, su futuro y el papel que juega en el tablero internacional de la información.

Con la pretensión de mantener “inalterable” la esencia de “credibilidad, rigor y pluralidad absoluta” que rige en este medio de comunicación público, su presidente ha fijado como objetivos de EFE para el futuro inmediato los nuevos lenguajes narrativos multimedia, las nuevas formas de llegar a los ciudadanos y el posicionamiento decidido para apostar por la igualdad entre mujeres y hombres y la defensa de los derechos humanos.

Estos valores quedan en su opinión plasmados en el documental producido para conmemorar las ocho décadas de trayectoria de EFE y que se ha ganado el aplauso de los universitarios, interesados a través de sus preguntas por la realidad de este medio de comunicación en el mundo y también por el papel de la mujer en lugares donde laten conflictos bélicos.

La “competencia feroz” que tiene que afrontar la agencia en los distintos mercados de la comunicación del mundo, planteada por Garea, ha dejado paso en la mesa redonda a la emoción causada por las palabras de Javier Martín, al hablar de las “pesadillas, gritos y sudores” nocturnos que le marcan como si fueran cicatrices de los conflictos que ha cubierto, especialmente en el norte de África y Oriente Medio.

Los estudiantes han apreciado la dificultad planteada por el corresponsal para tratar de despojarse de ciertas rutinas de “autoprotección” que de alguna manera contaminan su día a día, cuando ni siquiera está trabajando, sino disfrutando de unas vacaciones en familia.

Los trucos para abrirse paso en un territorio hostil y desconocido, como la utilización de una nariz de payaso para ganarse la confianza de los niños, pero también el recurso de las marcas Real Madrid y Barcelona para entablar animadas conversaciones que le faciliten contactos más relajados, han sumado también puntos en esta especie de evaluación a la que se han sometido los representantes de EFE en este foro.

Como si se tratase de un temario de la asignatura “EFE”, temas como la verificación, el contraste de las fuentes, el peligro de las ‘noticias falsas’, la conversación directa con los protagonistas de las informaciones y la empatía se han ido agregando para trazar un discurso de apuesta por la información “veraz” en ámbitos tan complejos como las migraciones, las guerras comerciales y la crisis climática, reflejadas en el documental.

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