A su vez, considera que EFE es información «limpia, pura y dura, sin línea editorial» y que hay que «pagar» por la información veraz y por la que es «buena, veraz y confiable».
Un desafío, añade, para el que se debe contar con la mejor adaptación tecnológica, los mejores perfiles. Ello, según Oliver, obliga a un «hermanamiento» entre jóvenes y veteranos «para lograr el mejor periodismo».
Por otro lado, el presidente de EFE se refiere al periodismo en el sentido amplio de la palabra y considera que «siempre» son buenos tiempos para la profesión y que es «optimista» con respecto a la misma.
«Siempre vamos a tener la necesidad de contar buenas historias y para eso se necesitan personas. Soy contrario a los agoreros. El periodismo tiene un futuro luminoso. Otra cuestión, son los soportes. Ningún medio es exclusivamente de un soporte, todos somos de todo y eso supone un examen constante de lo que somos y a que público nos queremos dirigir. Y esa es posiblemente nuestra crisis», agrega.
«No hay que entretenerse por un estado de opinión paralelo sino centrarnos en nuestro camino, que es hacer buen periodismo», recalca.
«Estamos en el apoyo de cualquier iniciativa que aclare un panorama que se ha ido ensuciando, que se ha desvirtuado y en el que los medios han perdido credibilidad. Recuperar la credibilidad del periodismo es clave para nuestra democracia», remarca.