Treinta y un años de periodista en la Agencia EFE dan para mucho y para “engancharse a todo”: la radio, la información escrita, lo multimedia, las coberturas especiales…

También dan para cubrir de todo: la primera derrota de Felipe González en unas elecciones generales, la llegada de José María Aznar, las manifestaciones tras el atentado de Miguel Ángel Blanco, el NO a la guerra de Irak, los atentados de Atocha, el juicio del 11-M, la irrupción de Podemos en el panorama político, la abdicación del rey emérito Juan Carlos I, la llegada al trono de Felipe VI, “por no hablar de elecciones, elecciones y más elecciones. Unas detrás de otras”.

Sonia López trabaja en EFE desde 1992 y, ahora, a los 55 años, es subdirectora del Departamento de Nacional de la Agencia.

Sus responsabilidades consisten en la “organización de la redacción, coordinación con otros departamentos de la Agencia, selección y supervisión de la información de la actualidad en España que ofrece el servicio de EFE a sus abonados y supervisión también de la edición de las noticias”.

“Ahora, con el añadido de que somos multimedia y seleccionamos y editamos también en Nacional los productos multimedia para los clientes del portal de efeservicios.com; diseño de coberturas… En fin, muy variado”, explica en conversación con EFE, López.

Una diversidad que también ha marcado su vida profesional hasta entrar en EFE en el año 1992. Y es que, “los sitios en los que he trabajado me han permitido cubrir y ser testigo de algunos de los acontecimientos más importantes de la historia de España reciente”.

“Me gusta mucho, muchísimo, aprender y creo que todavía no he perdido la capacidad de ilusionarme con proyectos. Pero lo que sí tengo claro es que, sea donde sea, lo que me fascina es contar lo que pasa aquí y ahora, entenderlo para poder trasmitirlo de forma fehaciente a la sociedad y que eso sirva para bajar el ruido que, lamentablemente, hay actualmente alrededor de los medios de comunicación”, opina.

Su variada vida profesional como periodista fue “una aventura más que un trabajo”.

“Fue como la de muchos, de becaria. Comencé en Radio Minuto, cuando aún existía, y que era propiedad de la Cadena Ser. Allí empecé elaborando y locutando boletines informativos que se emitían en directo cada media hora. Encadené la beca con un contrato de tres años y una vez cumplidos fue cuando llegué a EFE, también como becaria, donde aterricé en EFE Radio, en una de las épocas de mayor despliegue de este departamento, que me permitió hacer todo tipo de información, social, económica, política, de partidos…porque entonces todos hacíamos un poco de todo”, relata.

Tras una etapa -larga- como corresponsal parlamentaria en este departamento, “dirigí durante unos años el informativo de mediodía en EFE Radio y desde allí pasé al departamento de Nacional de la Agencia, en la sección de Tribunales para ocuparme de la información de Justicia. Fue una de las etapas más interesantes y enriquecedoras de mi carrera, no dejé de aprender ni un solo día y el paso por la información de Tribunales es una experiencia que recomiendo a todo periodista”.

“En un giro más, volví tras unos años al periodismo político y a la información parlamentaria en un periodo convulso de la política española, que concluí cubriendo para EFE la información de Podemos, desde su nacimiento hasta su entrada en el Gobierno. Posteriormente, he sido redactora jefa en el Departamento de Nacional, etapa de la que destaco el gran trabajo y esfuerzo que realizó todo el equipo de Nacional durante la pandemia, y, finalmente, ahora soy subdirectora también en el departamento de Nacional, en el que básicamente vamos de elecciones en elecciones, como el país”, concluye.

EFE ha sido su “segunda casa”, en la que ha desarrollado prácticamente toda su carrera profesional.

“Me ha aportado conocimiento y aprendizaje, me ha permitido conocer y aprender de grandes profesionales, he hecho grandes amigos y he tenido la oportunidad de vivir de cerca los acontecimientos más importantes de la historia de España de este siglo y parte del anterior, lo que considero que es un privilegio para cualquier periodista. Con todo eso, creo que puedo decir que EFE ha sido y es una parte fundamental de mi vida”, reflexiona.

Una vida periodística a la que no siempre ha tenido claro que se quería dedicar ya que de “pequeñita lo que quería era ser escritora” y, mira tú, “acabé escribiendo, pero noticias y en una agencia. No seré la única…”

En caso de haberse dedicado a ser escritora no hubiera vivido lo que le ocurrió en su etapa de radio.

“Los sábados el redactor que le tocaba guardia retransmitía en directo el sorteo de la lotería nacional para los abonados. Y uno de esos días que ´me tocó´ y llegué con la hora pegada al salón de loterías”, comienza a narrar.

“Me planto allí con mi equipo para la retransmisión…. cuando de pronto veo que no hay nadie, ni nada, ni niños, ni bombos, ni bolas en el escenario y en una pantalla empiezan a emitir un espectáculo de un grupo de jota aragonesa……y yo rellenando el directo: ´Buenos días, asistimos a un espectáculo de danzas regionales… seguimos a la espera de que comience el sorteo… normalidad en el salón…´ Y así más de quince minutos. Eso en la radio es una eternidad”, explica.

“Hasta que mientras yo seguía hablando pongo atención a lo que contaba el compañero de RNE en la mesa de al lado y le oigo: ´Día del Pilar. Sorteo en Zaragoza con programa especial para esta celebración…´. Casi me caigo de la silla del susto y la vergüenza, pero al menos ya me dio alguna pista más para seguir rellenando el directo hasta el comienzo del sorteo”, concluye.

Todos estos años dedicada al periodismo de agencia también le han enseñado que el periodista, “casi nunca conoce o tiene acceso a la totalidad de lo que hay detrás de una noticia, conoce una parte de los hechos y esos sí los puede transmitir con veracidad y sin incluir intereses particulares o de otros”.

La objetividad es posible si se ejerce con honestidad

Por ello, la objetividad sí es posible “si se ejerce con honestidad”.

Una honestidad que todo buen periodista debe tener, además de “ser una persona comprometida con la sociedad, tener sensibilidad para contar historias, no dejarse llevar por intereses de terceros, e intentar trasladar su información con la mayor objetividad posible”.

Además, cree que nunca debe perder “su capacidad de sorprenderse ni la ilusión de aprender. Y, sobre todo, preguntar, preguntar, preguntar…. hay que intentar siempre que no queden preguntas sin respuesta”.

Después de lograr ser un buen periodista, tal vez, viene el éxito. Pero ¿cómo se consigue?

“Pues depende de lo que consideremos éxito. ¿Éxito es ser una estrella mediática con millones de lectores, oyentes y espectadores? Sin duda, es un éxito personal que llena muchos egos. Pero ¿es un éxito en el periodismo? Lo pongo en duda. En EFE muchos periodistas, anónimos, que no firman sus informaciones y consiguen todos los días éxitos con grandes temas. Y eso lo consiguen mirando más allá de sí mismos. ¿Cómo se consigue el éxito en el periodismo? Pensando en las necesidades de la sociedad”, finaliza.